Ayer acudimos a la concentración en
apoyo al pueblo catalán, en estos momentos de tensión en que la
misma soberanía popular y los derechos civiles están siendo
atacados duramente por el gobierno del PP. Vivir en democracia es
vivir sin miedo, y contribuimos con nuestro pequeño granito de arena
de solidaridad (la ternura de los pueblos, que decía la poetisa
Gioconda Belli) frente al atropello a las libertades democráticas y
a los mismos derechos humanos que está sufriendo el pueblo catalán.
Hoy por la mañana hemos comprobado que
toda acción tiene una reacción, y la reacción (en ambos sentidos)
llegó con nocturnidad y alevosía a la Moraduca, la sede de Podemos
Santander, cargada de esprays y odio. “Enemigos de España”,
claman las pintadas en las paredes de nuestra sede.
¿Enemigos de España? No, no somos
enemigos de España. Los enemigos de España se sientan en el Ibex
35, en Génova 13: aquellos que han saqueado y expoliado al pueblo
trabajador y valiente que aún lucha por salir de la pesadilla de
cuarenta años de franquismo y cuarenta más de propina con el
régimen del 78 que nos dejó como legado la sublevación fascista
del 36 y la guerra civil (además de trescientos mil desaparecidos,
muchos de ellos a día de hoy aún en las cunetas).
Quieren amedrentarnos, quieren sumirnos
en el miedo para que claudiquemos. No lo van a conseguir. Cada ataque
sólo nos hará más fuertes. Responderemos con la palabra y la
razón, nunca con la violencia o el miedo. Venceremos porque soñamos
con un país más justo, que no deje a nadie atrás. Venceremos,
porque nuestra causa es la más justa. No vamos a tener miedo.
¡Seguimos! ¡Sí se puede!