viernes, 24 de febrero de 2017

EL BARCO SE HUNDE



Otro año más, y otros nuevos presupuestos para Torrelavega: el PP ha apoyado los presupuestos del PSOE-PRC, por lo que ya está “todo el pescado vendido”. Se repite lo sucedido el año anterior: la “Gran coalición” es ya un hecho en nuestro ayuntamiento, al igual que en el congreso de los diputados.

El paro y la precariedad azotan a la población torrelaveguense. Sin embargo, más del 90% de las inversiones del presupuesto de 2017 se destinarán a obras. El equipo de gobierno sigue ahondando en el modelo del ladrillo, sin darse cuenta (o sin querer darse cuenta) de que la burbuja inmobiliaria estalló hace ya casi una década. ¿Medidas contra el desempleo? Parece que esa no es la preocupación principal del equipo de gobierno municipal.

El portavoz del PP, el señor Calderón-Ciriza, ha anunciado que aprobarán los presupuestos del PSOE-PRC porque, en sus propias palabras, “el 61% de las inversiones previstas para este año llevan nuestra denominación de origen, porque son parte del programa electoral del PP”. Es bastante revelador que haya tantas coincidencias en los programas del PP, el PSOE y el PRC (y, de rebote, el de ACPT, que también aprobará los presupuestos); que sean tan similares sus formas de entender la sociedad; que es tan parecida su forma de hacer política. La Gran coalición que se ha gestado en los últimos tiempos en todos los niveles de la administración del estado ha sido posible por la similitud política del PP y del PSOE.

Un modelo presupuestario para 2017 con un 61% de “denominación de origen del PP” no es lo que Torrelavega necesita, y no los hemos apoyado. El alcalde quiere venderlos como unos presupuestos de consenso porque el PP y sus pseudo-socios de gobierno los han aprobado. Pero gastar el dinero público en obras y más obras no va a solucionar los problemas de paro y precariedad de Torrelavega: tan solo tendremos una ciudad muy bonita en cuya contemplación se podrán deleitar las miles de personas en paro de la ciudad.

En lugar de gastarse casi cinco millones de euros en obras diversas, proponemos destinar el montante de las obras más onerosas e innecesarias, como el cubrimiento (y no “cubrición”; señor Pérez Noriega, mire usted el diccionario) del parque Manuel Barquín o la pasarela peatonal; y destinarlo a un potente plan de empleo para hacer frente al principal problema de Torrelavega: el paro. También proponemos destinar una partida presupuestaria para la RPT, y que se cubran las más de cien vacantes en el personal del ayuntamiento. No son soluciones mágicas, pero contribuirían a paliar los efectos de la precariedad y el desempleo en el municipio.

Torrelavega pierde población a gran velocidad: tan sólo somos ya 52.000 torrelaveguenses, y con una media de edad bastante alta. La juventud busca hacer su vida en otros lugares, porque ven claramente que aquí no queda futuro para nadie: la mayoría de la gente que estudió conmigo vive fuera de Torrelavega, fuera de Cantabria. Hay cada vez menos niños y niñas, y más ancianas y ancianos. La que fue la “Ciudad del Dólar” va camino de convertirse en el “Páramo del Dracma”.

No queremos un equipo de gobierno municipal servil y sumiso que mendigue al gobierno de Cantabria unas limosnas porque se deben a su partido antes que a la ciudadanía. El barco que es Torrelavega está zozobrando en la tormenta, y tenemos unos timoneles torpes y cobardes. Es necesaria voluntad política para encarar los problemas de Torrelavega, y valor para enfrentarse a las administraciones superiores del estado reclamando inversión para la ciudad.

viernes, 10 de febrero de 2017

¡VAYA ESPECTÁCULO!




Esta misma mañana, un vecino me ha parado en el portal. “Vaya espectáculo estáis dando, con Iglesias y Errejón dándose de palos”. He tenido que poner una sonrisa de circunstancias y darle la razón.

Vistalegre dos, el congreso que decidirá el rumbo de Podemos durante el periodo que se abre, no está cumpliendo las expectativas que teníamos buena parte de la militancia. Lo que debiera ser un amplio debate centrado en analizar lo sucedido hasta el momento y en buscar colectivamente soluciones a la terrible situación de paro, precariedad, recortes y privatizaciones que la ciudadanía vive en sus carnes día a día se ha convertido en un enfrentamiento atroz y despiadado entre pablistas y errejonistas. Los medios de comunicación se han encargado de magnificar y enfangar este enfrentamiento, reduciéndolo a una lucha de caras y de egos.

La gente de Podemos en Movimiento (la tercera candidatura de este proceso de Vistalegre 2, encabezada por Teresa Rodríguez y el eurodiputado y cofundador de Podemos Miguel Urbán, que agrupa a gente de Anticapitalistas y de otros sectores) estamos viendo este enfrentamiento desde la primera línea, llamando constantemente a la paz y al sano y constructivo debate.

La “máquina de guerra electoral” que salió del primer Vistalegre se ha escacharrado, colapsada por sus propios errores de diseño. Esta “máquina” vertical y centralista contra la que ya advertimos en su momento la gente de Anticapitalistas ha demostrado ser “una verdadera máquina de triturar militantes, sueños y entusiasmos” (en palabras del compañero Josep Maria Antentas). Vaciar los círculos, crear una burocracia vertical, apostarlo todo en el terreno electoral y sacrificar muchos de los principios programáticos del manifiesto fundacional de Podemos (Mover ficha) nos ha hecho acercarnos mucho a los partidos tradicionales, a la tan denostada “vieja política” contra la que tanto clamaban muchos de los operarios de la máquina.

De nuevo, la gente de Podemos estamos inmersas en otro proceso interno. Pero en lugar de hablar claro de los problemas de la mayoría y plantear soluciones muchas veces se habla de la lucha de egos y de conceptos académicos que poco tienen que ver con la vida de la gente (por ejemplo, la maldita transversalidad).

¿Auditoría de la deuda? La deuda del estado español es mayor que su PIB. Necesitamos saber a quién se debe, y en qué condiciones se contrajeron esas deudas. La deuda ilegítima no se paga. Pero se habla del enfrentamiento entre pablistas y errejonistas, no de la deuda.

¿Banca pública? La banca fue rescatada con más de sesenta mil millones de dinero público; esa misma banca que se había enriquecido engañando a millones de personas al ofrecerles hipotecas que sabían que no podrían pagar, esa banca que echa a la gente de sus casas, y que a día de hoy sigue teniendo enormes beneficios. Pero no se habla de banca pública. En su lugar, se ponen panoplias de cartón de Pablo Iglesias.

¿Nacionalización de las eléctricas y derogación de la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico? Hay 7000 muertes al año por pobreza energética, y el precio del Kilowatio/hora ronda los 100€. Pero se habla de duelo de egos, y no de las eléctricas.

¿La república? Ya está bien de mantener con grandes cantidades de dinero público a la Familia real, sucesores del terrible y sangriento dictador Franco. La corrupción salpica a los Borbones, desde la infanta Cristina al Rey Emérito. Pero no se habla de república, se habla del recrudecimiento de las hostilidades entre los de Errejón y los de Iglesias.

¿Derogación de las reformas laborales? El paro y la precariedad son los principales problemas a los que nos enfrentamos como sociedad: nos están robando el futuro. Sin embargo, se habla de que Íñigo dijo tal cosa de Pablo, y Pablo contestó tal otra.

Sin embargo, se habla de transversalidad, de centralidad y de otras cuestiones que no tienen un anclaje real ni preocupan de verdad a la gente que sufre el paro, la precariedad y los recortes. Esas personas que tienen dos trabajos y aún así no llegan a final de mes; esas estudiantes que tienen que abandonar la universidad porque no pueden afrontar los gastos; esos parados de larga duración que sobreviven con ayudas de miseria, o sin ninguna ayuda; esas familias desahuciadas por el banco; toda esa gente que tuvo que emigrar porque en este país ya no quedaba esperanza de un futuro; esta generación que parece que ha asumido que jamás se jubilará ni cobrará una pensión. A toda esa gente la maldita transversalidad le da lo mismo. Quiere soluciones a sus problemas.

Es responsabilidad de todas y todos volver a encauzar el debate, alejarnos de la dinámica de la confrontación y poner el foco en los problemas reales de esa mayoría social castigada por la crisis y las políticas neoliberales. Regresar a los orígenes de Podemos, a ese Podemos radical, rupturista, democrático y valiente que ilusionó a tanta gente en 2014, a ese Podemos que con el esfuerzo y la ilusión de tanta gente en tantos lugares quiso “mover ficha”.